“Nadie necesita una doula hasta que la tiene”

 In Lorenza Doula

Entrevista por la bloguera Amor de Batmami

Hace tiempo que tenía esta entrevista pendiente con Lorenza.

Hace poco que ha lanzado su nuevo proyecto, Con il Cuore, dedicado al yoga y al acompañamiento al embarazo y a la maternidad.

Lorenza es profesora de Hatha yoga, pero su pasión por el universo femenino la ha llevado primero a formarse en yoga prenatal y postnatal, después a descubrirse doula y, finalmente, a buscar vivir en primera persona la aventura de ser madre.

Recuerdo que la conocí hace años, cuando iba a la universidad. La casualidad quiso que nos encontráramos en un proyecto de voluntariado, y por aquel entonces ya estaba formándose en yoga en una de las mejores escuelas de Barcelona. Lorenza es una de esas personas que, aunque pase el tiempo, cuando la vuelves a encontrar te das cuenta que es como si hubieses estado con ella la tarde anterior, o mejor dicho, toda la vida. Y es por eso y por otras tantas cosas que hoy quería acercaros a ella porque merece la pena conocer su trabajo y todo lo que rodea el mundo de las doulas.

La maternidad te cambió la vida de forma radical y desde el primer momento sabías que querías un parto en casa. Primeriza y en casa, muy valiente pero ¿no tenías miedo?

He tardado muchos años en decidir si la maternidad era para mí porque lo que más me atraía de ella era la vivencia del embarazo y el parto. Me parecía -y todavía me parece- absolutamente asombroso lo que hace la naturaleza con el cuerpo de la mujer. Pero claro, sabía -y ahora sé aún más!- que la gestación y el parto son la punta de un iceberg que durará el resto de tu vida y que la mayoría de nosotras no sabe cómo gestionar, de entrada y hay que querer tener un hijo, si te quedas embarazada…

Así que cuando lo tuve claro aposté por un embarazo respetado, evitando pruebas inútiles y minimizando ecografías e intervenciones. Y, por supuesto, tenía claro que quería vivir el parto tal y como es, sin analgesia, sin público no deseado, sin perturbaciones de ningún tipo. Ni mas ni menos, quise parir como parió mi abuela, en casa.

¿Miedo? Sí, claro que tenía. Pero no al parto en sí, ni a que le pasara nada a mi bebé, ni temía por mi vida. Tenía miedo de no cumplir con mis expectativas. Que no fuera tan perfecto y exactamente tal y como lo había imaginado…

Hace unos años te dicen que acabas siendo doula y no te lo crees ni tu ¿tan arrolladora es la maternidad?

¡Ya te digo! Es que te cambia por completo. O al menos, eso ha hecho conmigo. Tengo la sensación de que vivo en un postparto indefinido. Está claro que hay cosas de mi que no han cambiado, pero hay algo dentro de una que se mueve, se recoloca, cambia de orientación… y no vuelve a su lugar. Es un cambio de perspectiva, un cambio en el sentir. No creo que toda mujer debe vivirlo y entiendo a las que no se sienten atraídas por la maternidad. Pero mi experiencia me enseña que ser madre te cambia de una manera única. Es un crecimiento constante y una ocasión para mejorarse que no es fácil de entender sin vivirla.

Hace años que escuchamos muchas cosas sobre las doulas. En tu caso, ser madre te llevó a convertirte en doula ¿cómo fue ese cambio? ¿crees que para ser doula también hay que ser madre?

Pues a mi me pasó exactamente lo contrario que a la mayoría de doulas, que tras ser madres se descubren doulas. Yo me sentí doula antes de saber lo que es ser madre. Decidí formarme como profesora de yoga prenatal y, en la formación, conocí a una mujer especial, una doula, y escuchadola hablar pesé: ¡yo quiero hacer eso!

Así un poco de broma… ¿Serías un poco anti-doula?

Si damos por buena la imagen y el rol de doula que muchos tienen, pues sí. Justo mientras yo me formaba hubo una gran polémica alrededor de esta figura profesional y la lástima fue que quién dio la cara en nombre del colectivo no solo no supo defendernos, sino que no fue en absoluto capaz de transmitir al mundo lo que es una doula. Como en todas las profesiones, hay personas que no saben hacer su trabajo, pero no por ello hay que tachar de incompetentes a todos los que ejercen el mismo oficio, ¿verdad?

Así que, volviendo a tu pregunta: sí, soy anti-doula si crees que una doula es “como un florero”, incita a comer placenta, atiende partos sin personal sanitario y no reconoce el papel del padre.

Como profesora de yoga prenatal ¿qué buscan tus alumnas en clase?

La mayoría son mujeres que sienten que necesitan moverse… y yoga y natación son las dos actividades aconsejadas para el embarazo. Muchas llegan a clase en la recta final, otras tantas casi con el test de embarazo en la mano… Algunas reconocen que necesitan relajarse y aprender a respirar, y todas, en un momento u otro, acaban dándose cuenta de que todo lo que hacemos en clase les beneficia. Porque más allá del cuerpo y su constante cambio, lo que buscan es sentir que no están solas, compartir espacio, sensaciones y experiencias con otras embarazadas.

El miedo y la incertidumbre es lo que muchas primerizas sienten ante el primer parto ¿ayudan las clases de yoga a canalizar ese miedo?

Por supuesto. En el mismo momento en que expresas un miedo, ya no es tan grande, ya no es tan poderoso. Además, invito a las alumnas a compartir lo que les espanta y hacemos ejercicios específicos para que aprendan a ponerle nombre a lo que sienten, a reconocer y aceptar lo que les asusta para dejar de sentirse desarmadas y empezar a creerse el inmenso poder que tienen.

Con el primer parto pensé que todo sería maravilloso… parto natural, sin epidural, sin episotomía, etc. Luego llegó el día y todo fue totalmente distinto, vamos me sentí cero acompañada por el personal sanitario y suerte de las clases de yoga que me enseñaron a respirar. Creo que con una doula todo hubiese sido distinto ¿qué puede hacer una doula durante un parto?

Nadie necesita una doula hasta que la tiene. Y con esta frase creo que se entiende lo que puede hacer una doula, antes, durante y después del parto. Porque hay muchísimas maneras de acompañar, y dependen de cada madre, cada família y cada situación particular.

Recuerdo el caso de una familia en su tercer embarazo… deseaban un parto natural tras dos experiencias desagradables (exceso de epidural con secuelas para el bebé, parto instrumentalizado…) y, por casualidad y casi sin saber lo que es una doula, aceptaron mi acompañamiento. Todo fue tal y como deseaban y no paraban de agradecerme la ayuda. Yo sentí que casi no había hecho nada… Pero al mismo tiempo, percibí que ambos se habían beneficiado de mi presencia, pues hubo más de un momento de tensión entre la pareja y algún que otro entre la mujer y el personal sanitario y, de no haber estado yo, quizás la tensión habría crecido…

Una cosa es parir en casa y otra en el hospital. Hay una cosa que siempre me he preguntado ¿Qué pasa cuando un parto en casa se complica? estamos hablando de la vida de dos personas ¿No es mucha responsabilidad la de una doula?

Una doula siempre debería acompañar partos junto con una comadrona. Por lo tanto, en caso de complicaciones, es responsabilidad del personal sanitario -y no de la doula- actuar con rapidez y criterio. Lo cierto es que hay la tendencia a pensar que el parto en casa es más arriesgado… pero una buena comadrona ve cuando es hora de ir al hospital y no espera a que sea demasiado tarde.

Quiero parir en un hospital, si contrato a una doula ¿puede acompañarme?

Claro. Ahora, según donde no vas a poder estar acompañada todo el tiempo por tu doula y otra persona a la vez. Pero por ejemplo en mi parto, en casa, te aseguro que nunca estaban mi pareja y mi doula a la vez. O estaba ella, o estaba el, o estaba la comadrona. Reconozco que no quise estar sola en ningún momento, pero agradecí mucho porder pasar ratos con diferentes personas, ya que cada una tiene una energía única. Además, ese intercambio les permitía descansar y airearse para luego estar por mi al cien por cien.

En mi segundo parto no creas que no pensé en parir en casa pero económicamente no me lo podía permitir sabiendo que en la seguridad social me asisten de forma gratuita ¿Es un lujo contratar el acompañamiento de una doula?

Seguramente es un lujo poder parir en casa, ya que suelen ser unos dos mil euros de gastos de comadrona. Pero una vez más, pasa como con todos los servicios poco comunes: son caros. Las doulas no cobramos tanto y solemos hacer packs que incluyen acompañamiento en el postparto, algo que, en mi opinión, debería estar a cargo de la seguridad social. Los primeros días de vida de un recién nacido son igual de importantes que los primeros minutos. Un mal comienzo de la lactancia materna puede comprometerla hasta llevarla al fracaso. En vez de interferir tanto en el parto, el sistema sanitario debería ofrecer una asistencia en condiciones en el postparto, para que los bebés se beneficien de ese gran regalo de la naturaleza y para que sus madres disfruten, desde el primer momento, alimentando a sus hijos con su propio cuerpo.

Muchas personas creen que una doula solo asiste un parto en casa ¿dónde empieza y donde acaba el trabajo de una doula?

Empieza y acaba donde quiere cada mujer. Puede que sientas la necesidad de que alguien te acompañe en los 9 meses de gestación, por ejemplo. Piensa en el caso de los embarazos tras una o más pérdidas… muchas veces el miedo a volver a perder el bebé es tan grande que necesitas a alguien que te ayude a gestionarlo. También, las fecundaciones asistidas son, a menudo, procesos largos y agotadores y la pareja busca a alguien que les acompañe, les escuche, les informe a lo largo del camino. O puede que vivas lejos de tu familia y no tengas a nadie de confianza cerca.

En cuanto al parto en hospital y clínicas, es cierto que aún no está permitido que haya más de un acompañante en todas partes, pero también hay que decir que normalmente, un parto, son muchas horas… Y una doula puede ser de gran ayuda para quien acompaña a la mujer o para cuidar de otros hijos.

Luego, en el postparto, quizás, es cuando más se agradece estar acompañada, pues la adaptación a la nueva vida familiar puede ser muy dura. Familiares y amigos quieren ver al bebé pero pocos se dan cuenta de que lo que necesitan madre e hij@ es intimidad, descanso y apoyo. Además, muchas doulas están formadas en lactancia materna y pueden asesorar en caso de dificultades.

Siempre estamos a tiempo de contratar los servicios de una doula. Si estoy en casa con mi bebé ¿me puede ayudar en la lactancia o en esos primeros momentos con el bebé en casa? ¿qué servicios ofreces?

En principio sí, pues una buena formación te prepara para las dificultades más comunes de la lactancia materna. Aún así, hay doulas especializadas en algo concreto (parto, postparto/lactancia materna, duelo gestacional…). Además, muchas trabajan en red, derivando a especialistas en caso de no poder solucionar un problema con sus conocimientos y experiencia.

Y los hombres ¿Qué papel tienen los padres en el parto de sus hijos? ¿Cómo puede ayudarlos una doula?

Los padres son los “defensores de la cueva” y su presencia es muy importante en el parto, en la crianza y también durante el embarazo. Aún así, no es siempre fácil entender e imaginar por lo que está pasando una mujer embarazada, que está de parto o que acaba de dar a luz… Pueden alternarse momentos de gran complicidad en la pareja a momentos en los que la mujer necesita soledad o “apoyo femenino”. Pueden haber tensiones e incomprensiones debidas a los nervios, a la espera, a la incertidumbre, al cansancio… Y en momentos como estos una doula puede ser el mejor aliado de los padres, acompañándoles desde la mediación, la información y mostrando empatía y comprensión.

Parte de los prejuicios a las doulas viene por el desconocimiento de su labor y los honorarios. Se tachan a las doulas de “falsas expertas” en partos ¿sigue la lucha entre doulas y comadronas? ¿crees que acabará?

Creo que parte del problema está en la incapacidad de explicar de manera exhaustiva el rol de una doula. Puede variar tanto que es fácil que lleve a confusión y malentendidos, que a su vez llevan a definiciones erróneas.

Hay que tener en cuenta que la disponibilidad día y noche durante varias semanas tiene un coste. Sin mencionar que la mayoría de doulas son madres, y conciliar la vida familiar con un trabajo sin horarios fijos y con desplazamientos no es cosa fácil. Y no debería haber ninguna interferencia con el rol de la comadrona, puesto que esta es la única responsable del nacimiento del bebé y de la salud de la mujer.

La que llamas “lucha” es el resultado de las malas praxis de unas pocas doulas y de la falta de reconocimiento y protagonismo del rol de las comadronas. Evidentemente, mi esperanza es que las dos profesiones tengan pronto el reconocimiento que merecen.

Una doula puede sanar las heridas de un mal parto. Pero un parto de primeriza es normalmente complicado ¿Qué le dirías a una madre primeriza a punto de parir?

Lo mismo que le diría a cualquier embarazada: ¡confía en tí!

Actualmente das clases de yoga prenatal y yoga para mamás y bebés en Yoga Omnium. ¿también realizas preparación al parto en pareja?

Todavía no, aunque es algo que tengo planeado hacer junto con una amiga comadrona. Hacen falta preparaciones que realmente expliquen lo que es el postparto real. Es imprescindible que informen sobre la realidad del parto en España, las medidas de confort alternativas a la analgesia… y por supuesto, las posibilidades de acompañamiento que ofrecen las doulas.

Muchas gracias Lorenza por contestar a mis preguntas. Espero que si hay alguien por aquí que necesite tu apoyo pueda encontrarte.

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